Durante el verano son muy comunes las infecciones en los oídos, por ello es importante que tengas en cuenta una serie de recomendaciones para la protección de los oídos en el agua.
Acudir constantemente a la playa y la piscina durante la temporada estival favorece el crecimiento de hongos y bacterias en el pabellón auricular, lo que posteriormente puede generar infecciones u otras molestias auditivas. Esto es debido a que el agua que se queda en el interior de los oídos, generando un ambiente húmedo que fomenta el crecimiento de microbios en la zona.
6 recomendaciones para cuidar los oídos en el agua
- Usar tapones de baño. Los tapones deben ser de un material hipoalergénico y hechos a medida para bloquear mejor el paso de agua en los oídos, ya que se adaptan perfectamente al conducto auditivo.
- Pueden ser utilizados incluso por niños, y representa la alternativa más recomendada para las personas que padecen frecuentemente de otitis o de un drenaje en el tímpano, para que puedan disfrutar de baños sin consecuencias negativas.
- Los tapones pueden proteger los oídos del agua hasta 1.5 metros de profundidad aproximadamente.
- Solo tienen que utilizarse en el momento de estar en el agua, porque lo más saludable es que los oídos permanezcan al aire libre.
- Seca bien los oídos después de cada baño con la punta de la toalla o con un paño. No es recomendable utilizar bastoncillos o elementos punzantes para secar los oídos, pues estos bastoncillos se recomiendan únicamente para el exterior del pabellón auditivo (la oreja) y nunca para el interior del conducto auditivo, debido a que empujan toda la cera hacia su interior, compactándola y formando una acumulación más dura.
- Una última recomendación a poner en práctica para favorecer la protección de los oídos en el agua, es no zambullirse bruscamente en playas y piscinas, para evitar que el contacto con el agua sea tan agresivo.
Felices baños :).